El establecimiento es llamado “Nushi Canting” (“Restaurante de Mujeres”) y está decorado con pinturas y detalles supuestamente femeninos como cortinas rosas y violetas, bordados con mariposas y muebles en tonos pastel.
Aunque puede ser visitado por hombres, los responsables del local advierten que no se les servirá ni un plato.
La señora Bai, una de las clientas destaca que le gusta el nuevo restaurante porque “aquí no hay ruido ni huele a tabaco, es tranquilo y elegante”.
Y aunque el dueño del lugar es un hombre, parece que ha tenido éxito su idea.
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