Pues sí, esta técnica de peeling corporal es bastante común desde hace muchísimo tiempo en países como Turquia, Siria, Irán o Irak y, de aquí dio el salto a países asiáticos como China, Japón o Corea del Sur. El tratamiento es bastante sencillo, el interesado se mete de cuerpo entero en una piscina repleta de estos peces y ellos se encargan del resto, alimentándose de la piel muerta del cuerpo.
En cierto modo se les podría considerar como una especie de necrófagos en miniatura. El pez es una especie de pequeña carpa y se llama Garra Rufa, aunque se conoce más popularmente como Chinchin Yu o, últimamente como Doctor Fish o Fish Spa. Pues el pequeñín ha dado el salto desde los oscuros baños turcos a los más modernos y cotizados spas de las grandes capitales.
El más famoso tratamiento que proporcionan los Chinchin Yu es sin duda la pedicura, pues son una herramienta de lo más efectiva contra esos callos y durezas tan molestas. Hace unos años el uso de estos peces para el tratamiento corporal fue también un boum en estados unidos, aunque la normativa vigente ha prohibido su uso en la mayoría de estados por considerarlo maltrato animal, aunque muchos son los que los compran para sus acuarios personales y, de ese modo, pueden continuar con sus terapias anti callos personalizadas.
Parece ser que estos devoradores de células también son muy efectivos contra la psoriasis. Pese a lo curioso que pueda parecer, en la naturaleza existen muchísimos animalitos que se dedican a limpiar o desparasitar a los más grandes, aunque dudo mucho que estos pequeños Chinchin fuesen creados para comer callos, y no a la madrileña precisamente.
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